Como un maestro

¿ Qué saben de la vida los que no han sufrido?

Es la pregunta que siempre hacía un tio mio que era medio filósofo pero que nunca estudio, un hombre humilde que atravezó la vida solo con la amistad de los libros y el deseo de aprender, buscando más allá del horizonte. En su momento no comprendí la profundidad de su reflexión tal vez porque yo era muy joven y de la vida no conocía nada, solo existía a travez de las vivencias de otros, mi trayectoria no estaba forjada.

Las experiencias, cuando llegan, suelen golpear fuerte como ese maestro tan temido que utiliza el maltrato para hacerse comprender de sus alumnos. Las experiencias te llevan a un ring de boxeo en el que solo el màs fuerte saldrá vencedor.

No es necesario sufrir para aprender, no tendría que ser una obligación pero eso la vida no siempre lo entiende, o no le da la gana de entender. No buscamos los golpes, intentamos esquivarlos como lógica reacción humana pero en ocaciones el dolor se convierte en nuestro único aliado.

Quizás en el sufrimiento se aprende, se descubre, nace la fortaleza y se endosa la experiencia porque toda esta mezcla es imposible de hayar en un camino sin piedras. Es tal vez el sufrimiento el mejor profesor por mucho que nos destruya y si no logra acabar con nosotros nos impulsa hacía arriba, ofreciéndonos una fortaleza inmaculada.

El no sufrir no enriquece y hace que el ser humano se mantenga en su zona de confort sin conocer, incluso, sus propias capacidades aunque sería mejor aprender sin sufrir.

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Sin salida

Vidas difíciles o vidas duras, nunca se logra poner una etiqueta a esas vidas que no encuentran respiro ante la adversidad y que luchan constantemente contra los molinos de viento que se levantan en un camino que, ademas, es tapizado de espinas.

Vidas que agotan las fuerzas en un intentar estéril puesto que son pocos los logros que se llegan a cosechar lo cual » asesina» cada vez, en el repetido afán, las ganas de seguir luchando.

Vidas que reciben golpetazos del destino como único derecho tangible. Vidas que se aferran a la esperanza y a ese seguir intentandolo con la ilusión del triunfo pero que, solo reciben el fracaso por respuesta.

Vidas que con el pasar del tiempo comprueban que se han quedado sin energia ante el deseo de vivir y que lo seguro ha sido el sufrimiento, aún asi se levantan con el alma adolorida para comenzar nuevamente pensando que, tal vez, está vez sea la ocación ideal pero….no

Esas vidas son heroicas y permanecen, por lo general, en el silencio. Un cruel anonimato que no merecen porque su batalla se hace todos los dias y durante años.

Vidas que terminan en un túnel que nunca tuvo salida y que merecen todos los honores.